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lunes, 29 de abril de 2019

#0020. ¿Qué me deja? Canción: ¿Qué hago ahora? de Silvio Rodríguez (1978)

¿Qué me deja?

¿Qué me deja? Canción: ¿Qué hago ahora? de Silvio Rodríguez (1978)

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Personalmente encuentro mucho mejor la versión en vivo de 1993 que canta Silvio en la plaza de toros Las Ventas, en Madrid. Está versión, y el concierto completo al lado del español Luis Eduardo Aute, queda incluida en el disco Mano a Mano, del mismo año.

1. El verdadero significado de la canción

Un día lo descubrí… es una de esas cosas que 10 segundos después de escucharlo se vuelve tremendamente obvio; pero estuve por lo menos 15 años cantando esta canción sin entender bien su significado.

Resulta que en la búsqueda del amor uno sigue viviendo, bastante obvio, y se llena de cosas para hacer esa búsqueda más llevadera. El problema es que, cuando encuentras el amor, el modo “en relación” no es para nada igual al modo “en búsqueda y no encuentro”.

Muchos sacrificios se deben hacer, dejar todos tus hábitos y vicios que te acompañaron en tu búsqueda y en tu soledad y, “… ahora que eres la luna, los perros, las noches, todos los amigos”, ¿Estamos dispuestos a cambiar todo?

Algunos amigos no estuvieron dispuestos a cambiar cosas que hacían de solteros para estar ahora en una relación seria; realmente no encontraron en dónde poner lo hallado.

2. En búsqueda del amor

Me cuesta trabajo creer que hay gente buscando el amor, buscando a su pareja. Más bien considero que van viviendo su vida y evaluando a la gente a su alrededor para definir el papel que jugarán en sus vidas: mejor amigo, conocido, desconocido, pareja, etc.

La búsqueda del amor es un concepto en sí irreal, me recuerda también al poema de Los amorosos (1950) de Jaime Sabines, en el que habla de esos seres locos sin dios y sin diablo, que salen de sus cuevas temblorosos y hambrientos a cazar fantasmas, de los amorosos, que solo buscan al amor para nunca encontrarlo.

Yo creo que el amor no se busca, se genera hacia uno mismo, y lo vemos reflejado en una persona compatible, leve, que nos hace contemplar ese amor propio.

3. Las canciones con títulos no incluidos en la letra

El secreto de esta melodía está en el título, el problema es que muy pocos saben que el título no es ¿Dónde pongo lo hallado?, que no da muchas pistas sobre el significado de la letra, sino ¿Qué hago ahora?, que se menciona de forma escondida casi al final de la canción.

Desde hace tiempo me han fascinado aquellas canciones cuyo título no está en la letra, por lo general tienden a ser las mejores canciones. Es como si el autor dijera: “No necesito repetir y repetir en el coro el nombre de la canción para hacerme publicidad”.

Al abrir mi lista de música me encuentro dentro de las primeras diez a dos canciones de este tipo, 1) Mujer amante de Rata Blanca y 2) Molinos de viento de Mägo de Oz, las dos muy buenas. Tengo a prueba a cuatro canciones, 3) Graves de Caligula’s Horse, 4) The Alchemist de Bruce Dickinson, 5) One for the vine de Genesis y 6) Afterimage de Rush, y lo que he escuchado al momento suena muy bien. ¿Será está una ley universal?, tal vez que el nombre de la canción no esté en la letra la hace más misteriosa

Por otro lado, hay casos en los que el título se incluyó casi al final solo para cumplir con el protocolo, como la canción de El amor de mi vida, de Pablo Milanés, que he de confesar me parece un poco forzado, no encaja muy bien con el resto de la letra.

Cerrando… una excelente canción que me abre a pensar en un mundo antiguo, con un lenguaje básico, a una época remota que bien puede ser hace 100 años o justo el año pasado.

Y bien, esto fue lo que me dejó…

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