Translate

domingo, 5 de mayo de 2019

#0023. 3 cosas que me deja la película La gran Gilly Hopkins (2016)

¿Qué me deja?

Película: La gran Gilly Hopkins (2016)

Léeme en 3 minutos

1. Un atajo para generar confianza

Puede que nuestra forma de ser sea confiada o desconfiada por naturaleza, o que algunas ideas o pensamientos nos impidan confiar en alguna persona, no importa en realidad. El disparador principal, algo que es superior a nuestras fuerzas, que rompe con todas nuestras reglas y con nuestros paradigmas, se presenta cuando nos encontramos en una situación desesperada.

Puedes tener cualquier opinión sobre algo o alguién, si cuando estás en una situación complicada, nos ayuda o apoya, inmediatamente tiene toda nuestra credibilidad y confianza. Esto se debe a que estamos en el estado de mayor vulnerabilidad, y aun así salimos de paso, casi como un milagro.

Este fallo en el raciocinio humano ha sido aprovechado por muchas personas e instituciones durante todos los años. Incluso las mismas personas que buscan generar confianza pueden provocar un problema latente para posteriormente sacarnos de ahí, ganando así nuestra confianza, así funciona la política desde tiempos inmemorables.

Debe de ser un comportamiento realmente antiguo, uno que nos ayudó, como seres, a sobrevivir y a multiplicarnos, ya que se encuentra muy dentro de nuestros genes, y lo tenemos todos en una medida o en otra. Otros animales no lo tienen, por ejemplo los gatos, éstos son desconfiados hasta la muerte; si salvas a un gato, nunca confiará en tí, no tienen ese tipo de memoria, simplemente así es como han sobrevivido mejor, siendo desconfiados.

2. La falta de instinto materno / paterno

Me gusta pensar que todos lo tenemos, es lo que ha hecho que la humanidad haya sido tan exitosa; si no fuera ese el caso, y dado a que los humanos somos una especie inmensamente dependientes en nuestros primeros años, no hubiéramos continuado viviendo, por lo que podemos deducir que tenemos el instinto materno mucho más avanzado de entre todos los demás animales, lo necesitamos para sobrevivir.

Puede que de vez en cuando nazcan algunos individuos sin este instinto desarrollado, siempre con una baja probabilidad. Aunque los casos lleguen a nuestros oídos con mayor fuerza dado lo increíble que nos parecen: madres o padres ausentes, que abusan mental o físicamente de sus hijos, en verdad no lo puedo creer.

3. De las cosas que más me molestan: la ingratitud

Ya escribí un poco en otros artículos sobre la ingratitud, quisiera tocarlo nuevamente pero desde otro punto de vista, uno inevitable: la que se da de los hijos hacia sus padres. Ser padre o madre es uno de los roles más complicado de asumir, se está rodeado de ingratitud todo el tiempo, de sacrificio, del tipo que nunca se agradece.

En esta película todos querían ayudar a la protagonista, increíble su comportamiento, sus respuestas, solo de ver la película evocaba en mi viejos fantasmas y revivía viejas (o presentes) frustraciones, y es otra vez el mismo problema: la chica no estaba pidiendo nada de lo que le estaban dando, por eso no lo apreciaba ni agradece; ¿Deberiamos de ser más pacientes?

Para terminar con el punto, y siguiendo con el rol de padre, se llega a decir que los hijos algún día entienden el sacrificio de los padres, y lo pagan con sus propios hijos, tarde en muchas ocasiones. ¿No podría ser de otra forma?

Cerrando... otra película de adolescentes que no puedo disfrutar a plenitud sin verme reflejado en la vida de los padres o tutores. La historia está basada en un libro (The great Gilly Hopkins, 1987), seguramente leída a conciencia por adolescentes quienes sienten que cada palabra habla de su propia vida, ¿En verdad unos pocos años menos nos hacen ser tan diferentes?

Y bien, esto fue lo que me dejó...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario