Adaptarse a la Segunda Era de las Máquinas II: El Futuro del Trabajo y la Educación (2014)
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Primero, una breve descripción
Nuestro libro habla de los cambios que está trayendo la transformación digital a nuestras vidas, el efecto que tiene sobre los negocios y en la forma en que medimos... todo lo que nos encanta medir.
La principal aportación es la forma que tiene el autor de salirse del contexto en el que vivimos, ver todo desde fuera, y platicar las cosas como si se tratase de un historiador del año 2050 que trata de explicar lo qué pasó en la década de 2010. El mensaje principal es que nos encontramos en la continuación lógica de la historia de la humanidad, no hay nada de qué preocuparnos, nada se ha salido de control, somos parte de un eslabón más en la cadena de sucesos, los cuales seguirán ocurriendo y nos llevaran inexorablemente a nuestro futuro, a un futuro que el libro pretende explicar.
A continuación, esto fue lo segundo que me dejó sobre este libro. Para leer la primera parte de este artículo, haz clic aquí.
2. La nueva super habilidad a desarrollar
La educación moderna se basa en aplicar la siguiente metodología con algunas pequeñas variaciones: 1) un maestro enseña a un grupo de alumnos sobre un tema, 2) el alumno toma apuntes, los más inteligentes lo interiorizan, hacen suyo ese conocimiento, 3) dependiendo de lo buena que sea la metodología, se aplica alguna técnica para que se quede grabado en la mente del chamaco, 4) el ciclo se repite. En cualquier etapa el estudiante puede hacer preguntas si alguna información no ha quedado clara.
Para asegurarnos que hemos entendido bien, cada cierto tiempo la metodología estipula que se debe de aplicar un examen de conocimientos, una prueba, en la cual se incluyen preguntas que el alumno debe responder para demostrar que sabe. Las preguntas cada vez son más del estilo, sí o no, o a, b, c o d, precisamente para facilitar la revisión o para estandarizar la calificación por parte del maestro.
Nuestro libro menciona que, dado a la gran cantidad de datos que tendremos en un futuro, sobre situaciones que actualmente no conocemos, por ejemplo, los latidos del corazón de una persona mientras ve una película, la cantidad de pasos que se hacen de un lugar a otro, los puntos de la ciudad donde se hace más tráfico, e información por el estilo, lo que más se va a apreciar es la habilidad de hacer preguntas interesantes, preguntas que los datos que están a la mano y gracias al poder computacional con el que contaremos, serán sencillas de responder.
El problema principal radica en que toda nuestra vida nos enseñaron a responder preguntas, es la forma en que demostramos que sabemos, hay cierto permiso a hacer preguntas, pero solo en el periodo de aprendizaje (durante la clase, en el momento que se está explicando, o justo antes del examen) ya que hacerlas después de la evaluación es demostrar que no sabemos.
Tenemos tan arraigado este sentimiento que algunos de nosotros pensamos que al hacer preguntas demostramos que nos falta capacidad intelectual. ¿Cómo puedo aprender a hacer preguntas, a quitarme el orgullo, el ego, y a demostrar que no sé, a deleitarme con las respuestas que dan los demás, a realmente dejar que los demás hablen para aprender, y dejar de hablar yo para demostrar que sé? Todo eso.
Esto no es un concepto nuevo y es ampliamente desarrollado en la cultura popular, comenzando por el filósofo más conocido, Sócrates, a quien le encantaba responder preguntas haciendo preguntas, y terminando con todos los detectives que adornan las historias de asesinatos y enigmas de la literatura de los últimos años.
Un ejemplo bastante peculiar que me viene a la mente se encuentra en el libro The hitchhiker's guide to the galaxy (1979) y se trata de lo siguiente: al ya contar con la respuesta a la pregunta suprema a la vida, el universo y todo, lo que tomó 7.2 millones de años para una supercomputadora el calcularlo, por cierto, la respuesta es 42, se dieron cuenta que lo más importante era tener la pregunta, la cual tomaría 10 millones para calcular con la ayuda de otra supercomputadora… pero eso es otra historia.
El encontrar preguntas será la habilidad más buscada en un futuro, ya las nuevas generaciones saben esto, y los estamos cultivando para que constantemente reten al status quo, de lo cual nos arrepentimos desde nuestro rol como padres, pero que en sus vidas será lo más valioso. ¿Qué pasará con los de la generación X que no tenemos esta habilidad desarrollada?, ¿Los que no teníamos la libertad de expresarnos?, ¿Será comparable el efecto de la era digital con los Baby Boomers, a la era de las preguntas con la generación X?
Si es así, más vale que encontremos la forma de adaptarnos, si no correremos con la misma suerte.
3. Ya tenemos abundancia y salud, ¿Y ahora?
Hace algunos años, cuando al terminar el día laboral te levantabas de tu lugar, los compañeros y jefes por igual, te volteaban a ver, una mueca inconfundible se dibujaba en su rostro, y se sentía un ambiente denso: ¿En serio ya te vas?, ¿Te vas a tomar la tarde?, lo que nos obligaba a esperar un poco más, a no ser los primeros en irnos.
Con la llegada de los millenials al ambiente de trabajo, todo cambio, ellos eran los primeros en irse, no les importaban las caras de propios y extraños, y al ser muchos, se dejó de ver mal poco a poco, hasta que fue la nueva realidad. A los millenials les debemos que haya opción de trabajo desde tu casa para madres o padres, viernes chilangos, vestimenta casual o de tacos, a poder decir estas palabras sin miedo a represalias: “Jefe, dime a qué le doy prioridad, porque ya tengo saturado con las actividades que me diste”. Todo esto era impensable hace apenas 10 años.
Gracias a los millenials, al fin estamos capitalizando los beneficios que nos dan las herramientas tecnológicas. Ya no hacemos más trabajo, sino que hacemos el mismo trabajo, en menos tiempo. Y el que sepa utilizar mejor estas herramientas termina mucho antes sus labores.
Esto nos lleva de vuelta a algo que comenta el autor en el libro: el trabajo poco a poco será menor. Y si no aprovechamos esto y dejamos de trabajar, sin hacer el trabajo que pudieran hacer más personas, volveremos a cometer el error que hicimos hace años antes de la llegada de los millenials. Y esto pasará cuando los millenials tengan hijos, hipotecas, carros y deudas que pagar. En ese momento tendrán que brillar y demostrar que pueden más que lo demás, y con eso echaran todo a perder.
Así como hace miles de años el ser humano solo tenía que buscar comida, cazar un animal, y realizar todo su trabajo en menos de dos horas, para así tener el resto del día para disfrutar del mundo, de sí mismo, de los placeres de estar vivo. En esta segunda era de las máquinas, debemos entender muy bien, profundamente, qué es lo que queremos, y las cosas que valoramos, siendo sinceros con nosotros mismos.
Si en el punto anterior se mencionó que en un futuro no muy lejano, los que hagan mejores preguntas serán los más codiciados, en la siguiente etapa, los que sepan lo que quieren, serán los más felices.
Y bien, esto fue lo que me dejó...
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