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jueves, 1 de abril de 2021

#0072. Película: Good Will Hunting – Talento desperdiciado y la búsqueda de propósito (1999)

 


Película: Good Will Hunting – Talento desperdiciado y la búsqueda de propósito (1999)

Léeme en 3 minutos


Aunque tengo cuidado, a veces no puedo evitar hablar de cosas muy particulares de la historia (spoilers). Preferible no continuar si no se ha visto la película.


1. Todos deberíamos de aportar 


Me negaba a ver esta película otra vez, después de la primera vez me quedó un muy mal sabor de boca. Ante la necesidad de que un ser hermoso la viera, no es su culpa no haberla visto, tuve la obligación de verla. Me sentí como cuando digo que nunca más voy a ver una película de Adam Sandler, y termino viendo la nueva para volverme a decepcionar.


Después de 20 años que vi la película, ¿Qué es lo que tanto me molestaba?, ¿Por qué no quería ni hablar de ella?, démosle otra oportunidad, me dije, y, a medida que le daba esa segunda oportunidad, me di cuenta de dos cosas: 1) ya sé por qué quedé enojado con ella, me refiero a la película, y 2) la perdono.


Yo que soy una persona que he batallado mucho para que las ideas y conceptos se me queden en la mente y que pueda construir con ellos, todo esto como el resultado de repetir y repetir, y entender y entender, y practicar y practicar, y preguntar y preguntar, tener lo que tiene el Matt Damon en esta película se me hace el paraíso; las cosas que podría aprender y construir, y crear, si tuviera esa capacidad de cómputo en mi cerebro, y si le dedicara el mismo tiempo que actualmente le dedico. Y todo para que este muchachón, no quisiera usarlo para el bien de la gente, de sí mismo, y no lo aprovechara, me daba mucho coraje. Esto responde a por qué estaba enojado.


Ahora, el trasfondo de la película, la idea principal, lo que está en el nombre en la versión en español, es que precisamente el hacer lo arriba mencionado no le daba ningún placer a nuestro protagonista, es más, lo hacía infeliz; y todo por un trauma que tuvo de pequeño y su deseo de ser una persona normal (otra vez el síndrome del pan, dios y los dientes); nos quitamos responsabilidad al sabernos normales.


Para terminar podríamos argumentar que esto es ficción, y no tendría porque enojarme, pero muy en el fondo sé que esto es un reflejo de la realidad. Según las cifras de la CEDAT (googleen), hay 1 millón de personas superdotadas en México, en el resto del mundo son 66 millones, ¿Dónde están estas personas?, ¿Por qué no están trabajando para hacer las cosas más sencillas para el resto de la población?, ¿Por qué le están dejando todo ese trabajo a las personas que no son superdotadas?


Los perdono, porque citando a Jesucristo, aun con toda su inteligencia “no saben lo que hacen”.


Y bien, esto fue lo que me dejó...

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