Libro La Fundación (1951): Reflexiones sobre poder, religión y el futuro
Primera parteLéeme en 5 minutos
Es muy común en las historias de Asimov que el protagonista sea una persona sobradamente inteligente. Ante los problemas reacciona tranquilo, inmutable e incluso hasta divertido: sabe perfectamente lo que está pasando y las implicaciones. En otro de sus libros, The naked sun de 1957, en los últimos capítulos, se entabla un divertido duelo entre un grupo de personas que creen saber lo que está pasando. La tranquilidad de la que hablo estuvo presente en todo el grupo, y va desapareciendo a medida que cada persona, por turnos, expone lo que sabe y trata de convencer a los demás de que él sí sabe lo que pasó.
Esta tranquilidad ante los problemas se obtiene de dos formas; 1) como ya lo mencioné, conociendo perfectamente qué pasa y pasará, y 2) no sabiendo ni siquiera que tienes un problema. En el segundo grupo hay muchas personas, pasan sus vidas sin saber que hay un problema, en algunos casos ni se enteran, bendita, bendita ignorancia. También hay que disfrutar la ignorancia que actualmente tenemos sobre algunos o muchos temas.
Todos los que no estamos en esa situación estamos intranquilos, estresados, frustrados, enojados e infelices. Tenemos que optar por la meditación, el famoso let it go, mindfullness, entre otros. Y es que muy pocos son los elegidos para saber todo, y seguramente saber todo de un tema te lleva a no saber algo de otro tema, por lo que invariablemente tendrás los sentimientos antes mencionados.
Esa famosa psicohistoria está bastante buena como terapia. Supongo que fue un intento de Isaac Asimov de vivir esta tranquilidad a través de sus personajes a medida que se daba cuenta que nunca sabría todo de todo, y vaya que lo intentó.
2. Si no te puedo convencer, te quito: el origen de los golpes de estado
Es la tercera vez que leo el libro y me voy dando cuento que se describe claramente un caso de golpe de estado, justificado perfectamente que el lector lo considera algo inevitable e incluso necesario. También que la persona que realiza el golpe de estado se queda en el poder otros 30 años, en otras palabras, instaló una dictadura.
A esta misma persona, Salvor Hardin, le adjudican una gran cantidad de frases, la más famosa y de la que Asimov se debería sentir más orgulloso es “La violencia es el último recurso del incompetente”, pero él mismo comete una violencia con su golpe de estado, tal vez cuando dijo la frase hablaba de él mismo. Ya para la segunda crisis Seldón, Salvor explica que el golpe de estado se llevó de forma pacífica, casi como algo que era inevitable, por lo tanto, no ocupó de la violencia; lo cual, desde mi punto de vista, es falso: cualquier usurpación de poder conlleva violencia, no necesariamente física en este caso.
Otra cuestión es que, quien hace un golpe de estado siempre cree que es algo inevitable e incluso necesario; lo único que decide si el golpe de estado sea exitoso son las fuerzas armadas que se utilizan para llevarlo a cabo, lo cual no es sinónimo de que sea en realidad inevitable y necesario. Podría ser, y ha sucedido históricamente, algo muy malo, hay varios ejemplos en la historia.
¿Cómo podemos estar seguros de que se debe actuar violentamente cuando la razón no logra nada?, ¿Quién nos da esa sabiduría para decidir?
3. Lo relajante que es confiar en un poder supremo.
En varias de las crisis Seldon, los protagonistas se relajan y dicen: “seguramente fue ya previsto por Seldon y pase lo que pase será lo mejor para nosotros”, este fenómeno ficticio se me hace muy parecido, sino es que idéntico, al no tan ficticio fenómeno de la religión.
Cuando se es religioso, se vive como en un mundo de fantasía, todas las cosas tienen explicación en dios. Esa confianza es buenísima. Las dudas y contradicciones se van acumulando hasta que explotan dentro de uno y ese mundo de fantasía va dejando de existir poco a poco; muy poco a poco en algunas personas, ya que los humanos son expertos en convivir con contradicciones.
Mientras sucede este rompimiento nos percatamos de lo que tenemos, llega un momento en el que ya no queremos saber más, no queremos que el tiempo pase, que se derrumba todas esas promesas que dieron forma a nuestro mundo feliz. Lamentablemente ya no hay marcha atrás, es como un imperio que solo permanece de nombre, como una promesa, como un factor cultural o una costumbre, es como aquel personaje de la película Matrix de 1999 que quería regresar, olvidar, y no haber escogido la estúpida píldora roja.
4. Vender a fuerzas, lo que hace a un buen vendedor
“Todos estamos vendiendo algo”, esta frase realmente me perturba. Encierra muchas cosas inhumanas dentro de ella. Habla de cómo no podemos descuidarnos porque todos los demás buscan algo de nosotros, que realmente todos somos interesados y que la única razón por la cual tienes relaciones de cualquier tipo es por puro interés. Me perturba porque creo que es cierto.
Independientemente de esto, me llama la atención la parte del libro que narra las aventuras de los vendedores. Me parece increíble la forma en que logra realizar la venta en un mundo que ya sabe que no debe comprar nada, ya que de hacerlo la religión se adueñará de todo y así de rápido la fundación los anexará a su pequeño reino. Aun con todo esto en contra el comerciante logró la venta, ¿Cómo lo hizo? Estudiando a tu cliente, encontrando una debilidad, diseñando un producto gancho, uno que se compra fácil y da entrada a todos los demás productos, considerar los sentimientos y pensamientos de los demás.
Aunque sea una obra de ficción, el aprendizaje es claro: todo se puede hacer bajo alguna circunstancia, sólo hay que tener las ganas de hacerlo, ni siquiera se necesita una gran inteligencia, sino paciencia y práctica.
Cerrando... dado a su tamaño, este artículo lo dividí en dos, proximamente los puntos 5 y 6.
Y bien, esto fue lo que me dejó...
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