¿Qué me deja?
Reflexiones sobre la inmortalidad: Lo que me deja el libro Homo Deus - A Brief History of Tomorrow II (2015)
Léeme en 6 minutos
Muchas cosas me deja este libro, el autor logra relacionar sucesos que aparentemente no tienen nada que ver e identifica tendencias que sigue la humanidad, abstracciones, simplificaciones, haciendo ver que somos fácilmente predecibles en el qué y en el cuándo, más no en el cómo.
Como es costumbre, no voy a hacer un resumen del libro, sino a agrupar las ideas o cosas que me resultaron tan atractivas o disruptivas que se me quedan al terminar de leer.
4. La muerte como un problema técnico
Dejando de lado la parte religiosa, es verdad que no está claro por qué debemos morir, pero se ha venido aceptando como algo seguro, tan seguro que hay un dicho muy famoso que asegura que lo único seguro es que vamos a morir. Curioso el punto de vista de que es un problema técnico, entonces ¿No debemos morir?
A medida que el humanismo se extiende por todos lados, incluyendo en el ámbito laboral, las empresas se están haciendo esta pregunta de forma seria. Y es que la aceptación de la muerte se pasó peligrosamente a nuestros trabajos durante todos estos años, lo aceptamos como algo normal: se murió en la mina, en la obra, etc. pero al verlo objetivamente no debería ser, desde que tú trabajo no es tú vida, no deberíamos de heredar la idea de que es normal morirse.
Así gana terreno el área de Seguridad y Salud (H&S) en las empresas y, como dice el libro, todas las muertes se pueden explicar como una “metida de pata” de propios y extraños, realmente podemos erradicar la muerte en el lugar de trabajo si seguimos una serie de reglas, algunas de ellas de sentido común.
Mientras erradicamos la muerte del lugar de trabajo, seguiremos trabajando en incorporar más situaciones en donde la muerte no deba suceder, hasta que, ¿Quién sabe? no aceptaremos ese pequeño error que sucede cuando una célula se copia en otra, lo que hace que nos hagamos viejos.
5. El fin del progreso con el fin de la muerte
A lo largo de la historia la humanidad ha aprovechado la muerte para hacer los cambios importantes, esos cambios que involucran la implementación de ideas nuevas que bajo una persona u otra no era posible. De esta forma imperios, compañías, avances científicos, han tenido una mejora cuando el miembro principal muere y deja el camino libre a nuevas generaciones, a nuevas ideas.
En el libro se menciona que los inmortales, porque no serán todos al mismo tiempo, primero los que tienen el poder o el dinero, o ambas, serán los más ansiosos, estarán en una constante presión de no tener un accidente, la vida cobrará mucho más valor a cambio de menos sentido.
Si, como se menciona en el punto anterior, lo que es inevitable ahora no es la muerte, sino la inmortalidad, ¿Qué vamos a sacrificar por eso?, ¿Cómo vamos a asegurar que el avance de la humanidad permanezca si no tenemos esta trágica pero necesaria medida?
6. En búsqueda de la felicidad
¿Por qué el ser feliz no había sido nuestro objetivo principal desde el inicio de los tiempos?. Me gusta el enfoque de Epicurus, básicamente dice que debemos de dejar de venerar a los dioses, es una pérdida de tiempo... no hay vida después de la muerte. Este último comentario, no hay vida después de la muerte, es lo que provocó un desvío de nuestro objetivo supremo, y lo explico a continuación, tengo mis propias teorías.
Los humanos siempre han explotado a otros humanos, inicialmente los explotadores utilizaban la palabra de algún dios para justificar su comportamiento. El caso más famoso es el de Caín en la biblia que, sin creer que en realidad existió una persona así, podemos inferir que es un comportamiento humano recurrente, al grado de que se escribió sobre ello. Justificó el no trabajar como un castigo divino, y no solo eso, que no le podían hacer daño porque quién le pusiera un dedo encima sufriría la furia de dios, lo que no hace sentido ya que es un asesino que acababa de matar a su hermano [sic]. Otro caso es el explicado en nuestro libro, el de la Donación de Constantino, en el que una figura parecida a dios (según muchos, en una época en que las generaciones pasadas eran más sabias), el emperador Constantino, le daba poderes sobre personas, ciudades e imperios al Papa… documento que resultó apócrifo, falso.
Después de la palabra de dios, los humanos utilizaron la vida después de la muerte, fue una estrategia excelente ya que cubría diferentes frentes, el principal: “... no importa lo que hagan esas personas que están en el poder, cuando se mueran se van a ir al infierno, y yo que me he portado tan bien y he soportado de todo, me voy a ir al cielo…” Esto fue lo más dañino de todo, permitió que todo tipo de injusticias sucedieran sin que nadie hiciera nada; la humanidad dejó de buscar la felicidad en vida, comenzó a creer que sufrir era algo bueno, aún gobierna la vida de muchos, “no pain no gain” y “the more you suffer, the more you show you really care, right?”
Por suerte no todos se dejaron engañar, hubo algunos que buscaron algo más y al final lo encontraron, lo pregonaron, y sus enseñanzas fueron malinterpretadas, fundando así nuevas religiones. Jesús, nuestro primer ejemplo, trajo un mensaje de paz, de amor, para alcanzar la felicidad interna, soportada obviamente por una paz colectiva que haría la vida más fácil para estos seres felices. Nunca habló de fundar una iglesia donde hubiera, primero mártires, y después inquisidores. Buda, nuestro segundo ejemplo, lo hizo de forma diferente, preocupado porque no estaba claro qué le daba la felicidad al hombre, realizó diversas entrevistas y llegó a una conclusión muy parecida a las enseñanzas de Jesús, pero con reglas más claras, como un manual, que complementan el amar a tu prójimo y a ti mismo.
Hay algo siniestro en la creencia de la vida después de la muerte, ya que es el sustento de varias religiones. Si la gente se entera que no hay una vida después de la muerte, se acaba la religión, y con la religión las reglas morales que gobiernan a la mayoría de la población, a esas personas solitarias que no vemos: ¿O sea que no me tengo que portar bien?, ¿Puedo matar y robar y no me va a pasar nada? debatible es cierto, pero peligroso. Curiosamente las personas más buenas que conozco son ateos, agnósticos o simplemente espirituales.
Para cerrar y dar espacio para el error, estoy en la época del humanismo y creo fielmente en esas ideas. Todo esto de la vida después de la muerte me parece un error garrafal, seguramente a medida que evolucionemos en ideas, esta búsqueda de la felicidad será reconocida como un error también, algo de gente necia e ignorante. Yo no veo qué puede ser más importante que la felicidad, puedo inferir que esto es el bien final, pero sería ciertamente un necio pensar en esto, ¿Así de complicado es ver más allá?, ¿Es por esto que el ser feliz no fue tan obvio por las generaciones pasadas?, ¿Qué más hay allá?
Y bien, esto fue lo que me dejó...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario