¿Qué me deja?
Reflexiones en el vacío: Lo que me deja la película Passengers (2016)
Léeme en 7 minutos
La ciencia ficción siempre me deja pensando, independientemente de lo aclamada o no que haya sido una película o libro. Es un género bastante complicado, ya que en el proceso de hacer algo popular, consumible por las masas, se deben agregar elementos comerciales, como el amor, el heroísmo, la esperanza, etc. que muchas veces no conviven adecuadamente con la idea principal o se experimentan un tanto forzados. Por eso trato de entender el mensaje principal de estas obras, e inmediatamente me abre la mente ante nuevas posibilidades, sin duda el mejor género literario para mi.
Aunque tengo cuidado, a veces no puedo evitar hablar de cosas muy particulares de la historia. Preferible no continuar si no se ha visto la película.
1. Los pensamientos "unas horas" antes de morir
Hace poco tiempo descubrí el poder de hacer una pausa, no importando si todo urge, si estás en el momento más demandante de algún trabajo o responsabilidad. Tomar una pausa. De igual manera no importa si es pequeña, de unos segundos, o larga, de cinco minutos, ya más tiempo no es una pausa, sorprendentemente siempre deja algo bueno, el nuevo tú del futuro, después de esa pausa, siempre te lo agradece.
En una de las escenas de la película, el capitán se entera de su suerte y del tiempo que le queda. Mi “yo” que predomina cuando veo películas, el mismo que intenta adivinar el final e influenciar en las decisiones de los personajes, precisamente sugirió mentalmente al capitán: “Dale, te queda poco tiempo, ayuda a salvar la nave”. Ante mi asombro el capitán dijo: "Dame un minuto", que al parecer fueron algunas horas, donde se despidió de la vida, se cambió de ropa, se preparó para morir.
Esto provocó en mí dos reacciones.
Primero, creo que los escritores dejaron pasar una oportunidad de oro para transmitir un poco más a la audiencia sobre esos momentos tan preciados por nuestro personaje, con dos minutos de diálogo se pudo haber transmitido algo realmente rico a millones de personas, ya quisiéramos muchos esa audiencia. Segundo, el preguntarme qué hubiera hecho yo en dicha situación, partiendo de que sí me tomé la pausa.
Tengo que confesar que el “yo” de antes no hubiera tomado esa pausa, seguramente me hubiera enfocado en las necesidades de los demás, en encontrar la manera de salvar a la nave y sus tripulantes en mis últimos momentos de vida, morir como un héroe. Este hecho del capitán, aparentemente egoísta, soporta claramente una idea que tengo en la mente desde hace tiempo: hay más personas en el mundo, no tenemos que hacer todo el trabajo nosotros solos, realmente no necesitamos un héroe.
El nuevo "yo" se toma esa pausa, va, de haber sido yo, ¿Qué pensamientos rondan en mi mente en estos preciadas últimas horas? Después de ver la película y apoyado por la actuación de Morfeo, fue fácil encontrar las palabras, supongo que para cada quien serán diferentes, y supongo también que son una revelación increíble, sin tener que vivir una experiencia casi de muerte (nearly death experience) podemos acceder un poco a esa sabiduría, la sabiduría del que se va a morir.
2. La inteligencia detrás de las máquinas
Me parece increíble la soberbia y arrogancia con la que declaramos que somos los únicos seres inteligentes de este planeta. Muchos dirán que no, que también consideramos a los perros y a los delfines (y a los ratones, diría Douglas Adams) pero realmente no es cierto, ya que de ser el caso, consideraríamos sus opiniones para tomar decisiones importantes sobre el planeta.
Ante una gran diversidad biológica, se podría decir que hay la misma diversidad de inteligencias, ¿no?, el comportamiento de las hormigas, abejas, termitas, hongos, actuando como una comunidad, asemejan bastante a un ser inteligente, son como el comportamiento de las células, pero fuera del cuerpo, algo así como un ser expandido y libre en lugar de contenido en un cuerpo.
Seguramente hay inteligencia allá afuera, que no seamos capaces de sentirla o de interactuar con ella, no la hace menos inteligente. Tampoco el que nos creamos dueños del planeta y tengamos el poder de destruirlo, junto con nosotros mismos, no es una prueba de que seamos los más inteligentes, sino todo lo contrario. Como un ejemplo, las abejas también tienen el poder de terminar con el mundo, junto con ellas mismas, solo deben decidir dejar de producir miel y listo. ¿Qué no lo pueden decidir? no las creo tan poco inteligentes, como nosotros, para siquiera plantearse esta cuestión.
Volvamos a nuestra película, sin mucha dificultad cualquiera puede intuir que la nave es una personaje más, un personaje inteligente. Cuando se vió amenazada hizo lo que tenía que hacer para autocurarse: despertar a alguien, y no a cualquier alguién, sino a unos de los tripulantes que tenía conocimientos de mecánica. La lógica tuvo un fallo, dicha persona no tenía los accesos para acceder a la zona de peligro, por eso, a nuestra nave inteligente le tomó bastante tiempo reaccionar, despertó al capitán (aunque con gran riesgo por el mal estado en el que estaba), quien no podría repararla, pero sí darle acceso a nuestros protagonistas a que lo hicieran
Si la tierra fuera un ente, y fuera inteligente, ¿Cómo nos informaría que tiene un problema? tal vez ¿Con más desastres naturales?, ¿Con calentamiento global?, ¿Con transmisión de enfermedades?, me parece que esa sería la forma de comunicarse con nosotros, de hacerle señas a esos seres necios que no la entendemos.
3. Hacer cosas diferentes, para que te pasen cosas diferentes
En la nave de la película había 5,000 pasajeros, los cuales se embarcaron en un viaje de 80 años, en el que todos sus familiares y amigos que no viajaron con ellos iban a dejar de existir al llegar a su destino. En un viaje de esta duración, seguramente cada pasajero tendría una historia bastante interesante que contar, ¿Qué tipo de personas irían en este viaje?, aventureros, personas que quieren olvidar, personas que persigue la ley o que huyen de algo o alguién.
Esta cuestión se toca en un momento de nuestra película, en donde los dos protagonistas se platican sus historias. La de él fue una razón pasable, válida, pero la de ella me dejó pensando y tiene que ver con el título de este "¿Qué me deja?", que he tratado de seguir toda mi vida adulta.
Este viaje es la cumbre de hacer cosas diferentes, si le añadimos a esto una capacidad narrativa aceptable, se podrían escribir historias jamás contadas sobre experiencias nunca antes sentidas. ¿Qué tipo de experiencia es similar a esta?
Si vivir es recordar, y lo que se recuerda, lo que permanece, son las experiencias nuevas, desconocidas, por lo tanto, vivir es tener experiencias nuevas, ante esto y a mi forma habitual de enfrentarme a la vida, no puedo evitar preguntarme, ¿Qué nueva experiencia voy a tener hoy?, ¿Y mañana?... ¿Cuánto tiempo he dejado pasar?
4. Ante la duda, sí
Es increíble, los personajes tenían todo lo que querían en esta nave, podían cubrir todas sus necesidades, desde las fisiológicas y de seguridad, como comer, dormir, ir al baño, las necesidades espirituales, como meditación, deportes, vistas y espacios poco convencionales, hasta todo tipo de necesidades recreativas, juegos, películas, libros. Ya no por la nave, sino por esa coincidencia forzada de encontrarse en una nave solos, las necesidades de afiliación reconocimiento y hasta de autorrealización, dado a que encontraron el amor, ese amor que pocas personas somos tan afortunados para encontrarlo.
Además la nave es una alternativa excelente para liberarse del ego, de vivir para sí mismo y no con base en las necesidades y expectativas de los demás. Alguien en esta situación puede re-crear un nuevo set de valores, mucho más enfocado en sí mismos y lo que realmente quieren, sienten y les va mejor para ser felices.
Todos estos beneficios los pueden tener para siempre, prácticamente, sin siquiera trabajar, por lo menos no en algo obligatorio. Haciendo mi mejor esfuerzo para entender lo que podrían pensar las demás personas, solo me salta una interrogante ¿Importa en algo estar en un paraíso, de tener la mejor vida de todas, si no se lo puedes contar a nadie?
5. Conocimientos mínimos para la supervivencia
Si yo hubiera sido la persona que se despierta en esa nave, o en cualquiera, sería una lástima para todos los pasajeros, seguramente no hubiera podido arreglar esa nave y todos hubieran muerto.
A medida que escucho historias, noticias, películas, libros, me evaluó contra las habilidades y conocimientos de los héroes, solo por entretenimiento, para saber qué hubiera hecho yo en su lugar, si hubiera hecho lo mismo o de otra forma y qué es lo que me falta para lograr cada final feliz.
Obviamente, dependiendo del género, tengo o dejo de tener habilidades, por ejemplo, películas de guerra, por mucho las que más me impactan, estoy seguro que no sería para nada un héroe de guerra, ni el que se pone en una torre y defiende la línea enemiga o alguien que le clava un cuchillo a otro ser humano en una lucha cuerpo a cuerpo.
Otros géneros, como las historias de desastres naturales o invasiones, que ponen a personas normales ante situación complicadas, aquí es donde me envalentono más, que pienso realmente que sí “la pudiera hacer”.
Desde hace tiempo me he puesto como meta identificar las habilidades y conocimientos mínimos para ser el héroe de la pélicula, para hacer que la cámara se quede contigo, vamos, que no seas uno más de los que mueren. Ya tengo avanzada la lista:
- Tener conocimientos básicos de cerrajería
- Prender fuego sin ningún fósforo y encendedor
- Armar tu propia caña de pescar
- Manejar carros con transmisión estándar y de diferentes tamaños
- Utilizar armas, revolver y rifles, por lo menos
- Dominar un arte marcial
- Correr cinco kilómetros, cargando a alguien
- Resolver acertijos complicados
- Reanimación cardiopulmonar, incluyendo niños y bebés
- ...
Una lista incompleta, como esta, es perfecta para obligarme a hacer una mejor, algo divertido, y tal vez, estar motivado para tomar clases de cerrajería… uno nunca sabe. De esta forma dormir tranquilo, sabiendo que la próxima vez que me despierte en una nave volando a ½ velocidad de la luz, puedan estar tranquilos, yo me encargo, están en buenas manos.
Y bien, esto fue lo que me dejó...
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