Libro: El juego infinito - Liderando hacia un ideal más grande (2019)
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Al leer The infinite game me topé con una agradable sorpresa, con ese título tan comercial me esperaba algo muy diferente. Esta obra maneja conceptos que rondan entre lo filosófico y lo espiritual, los cuales tratan de explicar los comportamientos que caracterizan a las grandes empresas y los grandes personajes de la historia los cuales, al parecer, comparten una característica muy importante; persiguen un ideal que es más grande que ellos mismos.
A continuación, las primeras dos cosas que me dejó.
1. El duelo entre la naturaleza humana y el progreso constante
Anteriormente se necesitaba de mucho tiempo para que una sociedad experimentara un cambio de paradigma en sus costumbres y necesidades. Era en esos momentos cuando cualquier ideología, llámese religión o sistema de gobierno, que no se llevara bien con la nueva realidad, colapsaba, por lo general violentamente, y una nueva venía y ocupaba su lugar.
Esto mismo sigue sucediendo en la actualidad, y está bien, es lo que nos lleva a mejorar como especie, a reinventarnos, a evolucionar hacia algo mejor. La principal diferencia es que ahora este cambio de paradigmas del que hablamos sucede en la misma vida de una persona, en la misma generación, en los mismos 25 años desde que una persona inicia una empresa, la cual cubre un requerimiento actual, una necesidad, con el paso del tiempo la misma persona observa impotente cómo su ideal, su empresa, su producto, se viene abajo.
Ya no es suficiente encontrar esa novedad que lo hizo grande en sus comienzos, cuando sin misericordia tumbó a sus competidores, ya que es necesario auto-inventarse, y continuar mejorando… y en muchas ocasiones destruir nuestra solución, la cual ideamos y construimos con si fuera un hijo. Aquellos que no inicien este cambio están destinados a que llegue alguien más que sí lo haga y los saque del negocio.
Muchos ejemplos sobre esto se comparten en nuestro libro, en muchos casos el siguiente paso en la evolución lo tenía la misma empresa que eventualmente cae, solo que por cuidarse, por seguir con el modelo de negocio actual, la gallina de los huevos de oro, terminan ignorando dicha mejora y, eventualmente, perdiendo todo. A esto nuestro libro le llama jugar con mente finita, trabajar para solucionar un problema y no un ideal, de esta forma nuestro producto o servicio cubre una necesidad que muta con el tiempo.
El libro argumenta también que este fenemeno forma parte de la naturaleza humana, es complicado, dice el libro, porque nos gusta jugar este juego finito, nos gusta perseguir algo alcanzable, es divertido e incluso adictivo, forma parte de nuestro ADN, de nuestra genética, imperios se han formado pensando de esta forma, ¿Por qué debemos cambiar ahora?
La genética de un individuo también se forja mediante el comportamiento de los demás individuos de la comunidad, i. e., si lo que no puede lograr un individuo es alcanzado por otro individuo, esto tiene un impacto negativo en la persona, pero uno positivo en la comunidad, lo que da como resultado que no afecta a la genética, sino a la memética. Precisamente este libro es un resultado de este concepto; ya nos dimos cuenta de lo que debemos de hacer, es algo que hace sentido y que va en contra de lo que estamos diseñados a hacer, no es natural, no se nos da, por lo que lo debemos hacer de forma consciente.
Si todos entendemos este mensaje, la frase: “todo lo que sube tiene que bajar” ya no se tiene que cumplir. No todos los imperios tienen que caer, ni las compañías cerrar en pos del progreso, solo debemos pensar en esto como un juego infinito y continuar mejorando y progresando.
Con este último comentario me viene a la mente la película El aviador (2005); en una de las escenas, en el evento de celebración de uno de los logros del equipo, todos los ayudantes se encuentran jubilosos, alegres, satisfechos, en ese momento el Di Caprio los llama a reunión, todo el equipo se junta aún con sus tragos en las manos, esperan un mensaje de felicitación, pero lo que escuchan de labios de su líder es la idea que tiene para el pŕoximo proyecto, una idea que deja fuera todo lo que ya alcanzaron... los miembros del equipo no lo pueden creer, ¿Por qué no te detienes y disfrutas tus logros?, ¿Por qué te haces esto?, el equipo no lo entiende, porque están jugando a un juego diferente.
Antes de leer este libro, cuando vi esta escena, yo tampoco lo entendí.
2. En búsqueda de mi causa justa
El libro introduce el concepto de la causa justa, lo cual hace que todo sea más fácil, la vida tenga sentido, todo sea más obvio y las decisiones sean más fáciles de tomar. Todos estos beneficios se tienen, explica nuestro libro, si se tiene claro y, sobretodo, se actúa con base en este ideal. De esta forma se puede jugar el juego infinito, ya que la causa justa es muchas cosas, motivadora, cautivante, poderosa, aparentemente correcta y, lo más importante, es prácticamente inalcanzable.
Me parece relevante llevar este concepto a la vida personal. Considero que si encuentras tu causa justa como persona, puedes tomar decisiones que te lleven, dentro de tus posibilidades, a aportar a tu causa justa, por ejemplo buscar o fundar una empresa que vaya en pos de este ideal, buscar pareja y amigos que lo compartan. Si no, nunca serás feliz, mantendrás ese sentimiento de poco avance o de falta de sentido.
Listo, está claro, hay que definir dicha causa justa pero, ¿Cómo?, nuestro libro no lo especifica, solo nos da unos cuantos tips, asume que todos sabemos lo que nos gusta y asume también que estamos al tanto de nuestras posibilidades y rangos de acción. El problema es que no todos lo tenemos claro, de hecho, yo soy uno de ellos.
Lo que sí comparte el libro, y lo recibí como soplo de viento fresco en un día caluroso, es la siguiente frase:
“The reality is, EVERYONE is passionate about something, but we aren’t all passionate about the same thing”
Tiene traducción:
“La realidad es que, TODOS tenemos una pasión por algo, pero no todos somos apasionados sobre lo mismo”
El mensaje está claro, si encontramos lo que nos apasiona, que es cierto, todos lo tenemos, armemos sobre esto nuestra causa justa, y sigámosla, construyamos nuestra vida alineada a ella y aportemos a la humanidad con lo mejor que tenemos, la pasión que despierta lo que sí nos gusta hacer.
Y bien, esto fue lo primero que me dejó...
Tu causa justa es este blog 😊
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