Los Remakes y lo que nos dejan: Reflexiones sobre la serie HIMYM II (2005)
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Aunque tengo cuidado, a veces no puedo evitar hablar de cosas muy particulares de la historia. Preferible no continuar si no se ha visto la serie.
Una serie tan larga y compleja como esta genera en mí muchos sentimientos. A continuación la segunda parte de lo que me deja. Para leer la primera parte haz clic aquí.
3. Los estímulos en mi tiempo
La serie es una fuente de cultura popular, se puede ver esto en las canciones que salen de fondo, las referencias a personajes, películas, sucesos históricos. El conocimiento de algunas de estas referencias populares eran explicadas durante los capítulos, pero la gran mayoría no, de hecho en algunos casos son inexplicables ante el nivel cultural que los personajes deberían tener, o sea, no eran tan cultos.
Independientemente de esto, lo que sí se puede observar es que los personajes ven las mismas películas muchas veces, lo cual es muy diferente a mi filosofía: consumir más y más películas y canciones y libros, y no regresar a experimentar algo que ya experimentaste, que más cosas te dejen más cosas, ¿no?
A manera de experimento volví a ver algunas películas que ya había visto, como Donnie Darko (2001) y el Señor de los anillos (2001), a leer otra veces los mismos libros, como los de Bukowski y Asimov, lo cual me dejó una enseñanza muy muy importante y que vendrá a revolucionar incluso lo que estoy escribiendo en estos momentos; Lo que me deja alguna experiencia es un reflejo de la realidad que estoy viviendo en este momento, lo que significa que el mismo estímulo puede tener diferente impacto en mí, dependiendo de ese momento de mi vida y las vivencias que estoy teniendo. Al fin y al cabo resultó no ser una pérdida de tiempo.
En otras palabras, cuando vea de nuevo la misma película, escuche una canción, lea un libro, visite un lugar, en un tiempo diferente, con una versión diferente de mí, me puede dejar diferentes cosas, y puedo también escribir sobre eso… que emoción. Lo que nos lleva cada vez a entender mejor y a ver más de cerca que la verdad universal es una sola, que puedes llegar de muchas formas a ella, que está al alcance de todos.
4. Somos los mismos envueltos en novedad
Para todos aquellos que no les gusta experimentar los estímulos de otros tiempos, siempre pueden contar con los remakes. Esta tendencia al principio me molestaba, no me parecía, e incluso sostenía la opinión de que lo viejo siempre es mejor (contrario a la regla de oro de uno de los protagonistas de esta serie). Al encontrar alguna frase o un ritmo de una canción de mi época, en una de las canciones nuevas me provocaba una ligera aberración, digamos que perdía un poco la fé en la humanidad y en el futuro en manos de las nuevas generaciones… a ese grado.
En una ocasión me quejé con una personita de las nuevas generaciones sobre el nuevo actor que le va a dar vida a Batman, su reacción fue clara y sorpresivamente positiva. Así fue como comprendí la importancia de los remakes y, quitando el ego, me percaté de algo todavía más importante; las películas, libros, canciones y sucesos que me tocaron a mí y a mi generación, son a su vez remakes de otros mucho más antigüos, copias de copias, memes adaptados a los nuevos tiempos.
Las nuevas generaciones se merecen sus propios estímulos y creencias adaptadas a los tiempos que les tocó vivir. Así como la canción Me acuerdo (1990), causó un increíble impacto a mi generación, las nuevas generaciones se merecen algo parecido, de ahí No digas nada (2010) con una temática muy parecida.
De la misma forma nuestra generación tuvo la fortuna de estar en medio de dos series que, aunque parecidas, atienden de forma diferente a cada generación: Friends y HIMYM, donde las semejanzas nos hacen navegar en una historia con la seguridad de que todo saldrá bien, y las diferencias nos hacen tomar partido, divertirnos, reírnos, vivir una experiencia diferente.
Mientras cada uno de nosotros no nos percatemos que esto es normal y que es un ciclo, una parte de nosotros seguirá muriendo y reviviendo, cual hígado de Prometeo, cada vez que un nuevo remake destruya la memoria que nos dejó nuestra cultura popular.
Y bien, esto fue lo segundo que me dejó...
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