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miércoles, 8 de enero de 2020

#0046. Reflexiones sobre ambición y fatalidad: Lo que me deja la película The Great Gatsby (2013)

¿Qué me deja?

Reflexiones sobre ambición y fatalidad: Lo que me deja la película The Great Gatsby (2013)

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Aunque tengo cuidado, a veces no puedo evitar hablar de cosas muy particulares de la historia (spoilers). Preferible no continuar si no se ha visto la película.

1. ¿Quién va a asistir a mi funeral?

Siempre me ha parecido curioso que nos preocupe esto; creo que va de la mano con la necesidad que tenemos de ser recordados, de ser inmortales (ver el artículo, The green mile - la maldición de lo divino), aunque sea en las mentes de los demás. Muchas personas lo usan para evaluar la vida de las personas que fallecen, si estaba lleno su funeral, entonces hizo bien las cosas.

En nuestra película, nuestro protagonista muere, y nadie va a su funeral, solo el spider man. Uno podría pensar que después de derrochar parte de su fortuna en dar grandes fiestas todo incluído, su funeral debería de estar muy concurrido. De seguro al muertito no le sirve de mucho saber si alguien va o no va a su funeral, pero considero que a los que estamos vivos sí, y ¿Por qué?

Si bien no nos ayudará a morir mejor, sí nos puede ayudar a vivir mejor, puede ser muy útil como una forma de evaluar la amistad o cercanía que tienes con las personas: esta persona... ¿Iría a mi funeral?, ¿En realidad tuviera todas las molestias para vestirse de negro, poner cara de afligido, si es que no la tiene naturalmente por el reciente suceso, ir a pasar un tiempo y dar el pésame a mis familiares?

Pero igual, al final, ¿Tiene esto alguna importancia?

2. El fallo en el plan de vida

El gran Gatsby tenía un plan perfecto en mente, y lo ejecutó de forma excelente. Se alinearon los astros, las personas adecuadas se cruzaron por su vida, tuvo el ímpetu y las ganas de aprender, de cambiar, de madurar. Todo esto con un objetivo en mente: ser digno de la muchachona.

Esta motivación para cambiar es sumamente poderosa, pero también muy peligrosa, y es que rara vez termina bien. En la vida real a muy pocas personas les ha funcionado, personalmente conozco varios casos, todos fallidos, y en las películas / literatura solo al Gosling le funcionó en The notebook y al Conde de Montecristo (en la película)

Nuestro protagonista no tuvo una mejor suerte, en un punto de la historia todo parecía indicar que sí, pero la idealización misma que tenía de la chica la hace presionarla y pierde todo.

Al final iba a morir de amor si no lo mataban.

3. El arte de no perder la compostura

En una de las escenas claves de la película, todos nuestros protagonistas se encuentran en un cuarto en un día sumamente caluroso. Era el momento perfecto para que el telón se levantara y todos los secretos de amores y desamores se conocieran. El público esperaba pacientemente un desenlace al que estamos acostumbrados: el héroe se queda con la damisela. Pero sorprendentemente no sucede así. 

En una escena bastante buena, utilizando un intercambio de palabras creíble y coherente, resulta que nuestro antagonista no es tan débil como todos esperábamos, muy astuto realmente. Sin perder la compostura fue orillando la plática, el ambiente y, sobre todo, al Di Caprio, a su conveniencia… en pocas palabras, se lo novateó.

Dado que conoce perfectamente la situación en la que se encuentra y las virtudes de la riqueza, intenta mostrar realmente quién es Gatsby, y no me refiero a sus inicios de familia pobre o a sus presente de vendedor de alcohol en farmacias médicas, sino a la naturaleza misma, eso que el dinero no puede cambiar y que al final lo traiciona: la inseguridad que trae una posición social baja de nacimiento y que le provoca no poder guardar la compostura ante las acusaciones.

Realmente después de esta escena, hasta a mi mismo como espectador me hizo preguntarme qué es lo que hace grande a Gatsby. Bien podría haberse llamado The great Buchanan.

4. Al final todo se paga

Durante toda la película, Di Caprio (y la gran mayoría de los personajes) trata como una basura a los sirvientes, seguramente como un reflejo de las costumbres de la época. En repetidas ocasiones vemos cómo se habla de ellos, enfrente de ellos, como si no existieran.

Se dice que la venganza es un plato que se sirve frío, durante el asesinato vemos como el fiel sirviente y acompañante de Di Caprio ni siqueira lo saca de la alberca, probablemente lo hubiera podido salvar (él no sabe en dónde fue el balazo) pero mejor se quiso asegurar de su muerte dejándolo ahí. Es un tema muy trillado, base de todas las religiones, pero no por eso deja de ser cierto.

Aprendizaje, siempre trata bien a tus sirvientes porque, como diría Polo Polo, le pueden echar pelos a la sopa.

Y bien, esto fue lo que me dejó...

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